jueves, 4 de junio de 2015

Mamíferos Mexicanos en Peligro de Extinción

Mamíferos Mexicanos en Peligro de Extinción

Introducción
En México hay varias especies animales en peligro de extinción, amenazadas o con problemas de conservación; las cuales se encuentran  así gracias a nuestro desinterés por las demás formas vivientes ya que por lo regular no nos preocupamos por aquellos que no se puedan defender por sí mismos, por el contrario estamos acabando con sus hábitats destruyéndolo con las talas inmoderadas, mal cuidado de playas y mares.

Desarrollo
Hay diferentes especies que están en peligro la mayoría de las especies mexicanas de mamíferos pueden considerarse amenazadas o al menos con problemas de conservación. Esto se debe a la gran devastación que hemos hecho de bosques, selvas, desiertos, arroyos, playas, mares, en los que, aún sin intención, hemos destruido.
Encontramos que actualmente más de la mitad de las especies de mamíferos silvestres que viven en México son reconocidos en algún nivel de peligro de extinción. La mayoría de las especies de mamíferos mexicanos la componen los pequeños, como roedores y murciélagos. Éstos, al igual que otros animales de pequeña talla, se encuentran en peligro de extinción por la destrucción masiva que se está haciendo de los hábitats naturales.
A pesar de que resulta muy difícil englobar las causas de desaparición de las especies, podemos decir que en la mayoría de ellas se debe a la destrucción del hábitat en nuestro país. México se encuentra entre los cinco países megadiversos del planeta; sin embargo, debido a muchos factores estamos deteriorando seriamente las selvas del sur, al igual que los bosques y pastizales del norte, incluyendo por supuesto playas, manglares, reduciendo así la capacidad de los animales por encontrar sitios adecuados para su sobrevivencia y reproducción.
La cacería ilegal sigue siendo un grave problema: la falta de regulaciones efectivas e incentivos, propician que muchos pobladores salgan a cazar sin una regulación de temporada, época reproductiva. Muchos aún justifican en la caza de subsistencia las cacerías sin control ni beneficio para las poblaciones. Por otra parte, aún persisten también algunas cacerías con fines religiosos. Si bien es innegable que poco a poco ha habido un cambio, en parte por contar con leyes más estrictas como la ley de equilibrio ecológico ( estado dinámico y de total armonía que existe entre los seres vivos y el medio ambiente en el cual se hallan)
apoyadas por convenios internacionales como el Convenio Internacional de Comercio de Especies (CITES) el cual tiene por objeto contribuir a la conservación de las especies amenazadas sujetas al comercio internacional, así como al aprovechamiento sustentable y la conservación de la biodiversidad, dentro del marco jurídico internacional en el cual se establecen los procedimientos que deben seguir los países para la regulación efectiva del comercio internacional de las especies.
Así, la mayoría de las especies en peligro de extinción o amenazadas tienen esta condición porque sus hábitats específicos están desapareciendo. Para muchas de ellas esto se debe a que tienen en sí poblaciones pequeñas, adaptadas a condiciones muy particulares en la gran cantidad de microambientes que se forman en el territorio nacional.
La gran mayoría de los pequeños mamíferos (roedores, quirópteros, pequeños carnívoros, etcétera) ven en la destrucción de su hábitat la principal causa de su desaparición; sin embargo, es importante destacar dos grupos, que no son los más numerosos pero sí importantes por las interacciones que tienen con el ser humano y la poca atención que se les ha prestado en sus problemáticas de conservación: los mamíferos marinos y los grandes carnívoros.
Mamíferos marinos
En nuestro país están presentes prácticamente todas las familias de cetáceos, excepto los delfines de río como el del Amazonas, la súper familia Platanistoidea; la beluga y el narval, Monodontidae, y la ballena franca enana, la única de la familia Neobalaenidae. En cuanto a los pinnípedos, de las tres familias sólo falta la de las morsas, Odobenidae. Sin embargo, es interesante notar que la costa occidental de Baja California fue escenario para la evolución de las morsas, pues allí se han encontrado fósiles de estos organismos. En la familia Balanopteride (verdaderas ballenas) la NOM reconoce 7 especies, 6 de las cuales están bajo el régimen de protección especial y una en peligro; 18 miembros de la familia Delphnidae (delfines y orcas); 2 de la familia Keogidae (Cachalotes); 2 de la familia Phocoenidae (marsopas), entre ellas la vaquita marina, y, finalmente, 5 de la familia Zifinidae (ballenas picudas). Prácticamente todas estas familias están bajo protección especial, porque la gran mayoría de las especies de cetáceos usan las aguas mexicanas como lugar de procreación
Un caso especial son los delfines y las marsopas, como la vaquita marina, frecuentemente atrapados en redes de pescadores en las que perecen por asfixia
Los pinípedos (focas y lobos marinos), que habitan sobre todo en las costas de la península de Baja california, ven afectadas sus poblaciones por diferentes causas, como son la destrucción de sus hábitats, pues muchas de las playas se están transformado rápidamente en destinos turísticos, o bien se ven influenciados por éstos, por lo que los animales ya no encuentran en esas playas sitios a salvo para la procreación. La contaminación de los mares y las malas prácticas de pesca también son factores para la desaparición de estas especies. Dos miembros de la familia Otaridae, el lobo marino de california y la foca de Guadalupe, aparecen en la Norma, el primero bajo protección especial y el segundo, en peligro. La familia Phocidae, del elefante marino (Mirounga angustirostris), aparece como amenazada; la foca común (Phoca vitulina), está bajo protección especial, y la foca monje del Caribe (Monachus tropicales), aparece como extirpada del medio silvestre.
Los grandes carnívoros
México presenta una gama de carnívoros dentro de su mastofauna nativa. Tenemos varios representantes de los carnívoros, los cuales podemos dividir, en dos grupos: los pequeños carnívoros, dentro de los que encontramos a los zorrillos, las comadrejas, los cacomixtles; estos se encuentran en peligro de extinción, principalmente por la destrucción de su hábitat, o bien por la caza directa; sin embargo, en la mayoría de los casos estos animales tienen tasas de reproducción relativamente altas, que les permiten sobrevivir aún en zonas con alta presión humana, en pequeñas áreas naturales. Estos micro-carnívoros consumen en su mayoría insectos, aves, reptiles o algunos mamíferos de menor tamaño.
El otro grupo de carnívoros importante en México es el de los denominados mega-carnívoros o carnívoros de gran tamaño. Estos mega-carnívoros suelen tener mayor cantidad de encuentros con el hombre y su condición de consumidores de carne hace que frecuentemente esas interacciones entren en el plano de los conflictos, ya que actúan en mayor grado con el ganado doméstico y muy escasamente causan la muerte directa de los seres humanos.
Felinos
De los seis felinos silvestres (Cervantes et al. 2003) que habitan el territorio nacional, el más conocido es el Jaguar (Panthera onca). Esta especie de origen tropical ha sido reconocida como el más poderoso de los depredadores, este animal habita en los planos costeros y en las áreas montañosas a lo largo de ambas vertientes desde el sur de Sinaloa y el centro de Tamaulipas  hacia el sur y sureste por el istmo de Tehuantepec hasta la península de Yucatán, se pueden hallar en manglares. Si bien el jaguar fue cazado extensivamente por su piel, las fuertes regulaciones tanto nacionales como internacionales, acerca del comercio de pieles, han tenido un impacto positivo en la disminución de la caza furtiva. Sin embargo, la cacería ilegal aún se presenta pretextando la depredación que causan o pueden causar sobre el ganado.
El Puma (Felis concolor) es un felino que habita en los bosques del norte del país, de donde es originario, y ha migrado hasta el sur del continente. Siendo la única especie, la falta de hábitat ha hecho que las pequeñas poblaciones que aún existen emigren hacia hábitats más tropicales. Su situación es quizá más desconocida que la del Jaguar.
De los pequeños félidos el jaguarundi (Herpailurus jaguarundi) es la especie que se encuentra en mayor peligro de extinción. Es reconocida como amenazada, a pesar de que como especie tiene una distribución que abarca el sur de estados Unidos (Texas, Arizona y Florida) y llega hasta el sur del continente. Por ser de tamaño pequeño su alimentación se restrinje a vertebrados chicos, y debido a sus hábitos de vida al interior de las selvas húmedas, es poca su interacción con el ser humano.
Los dos pequeños gatos manchados: el magray (Leopardos weddii) y el ocelote (Leopardus pardalis), están en la característica de en peligro. Estos animales, que no rebasan los 10 kg de peso, viven en las zonas selváticas, desde el sur del país hasta sudamerica.
El lince o gato montés (Lynx rufus) no aparece en la lista de la Norma ofical Mexicana. Su presencia en México suele ser confundida con los gatos ferales, gatos domésticos que por su tamaño y coloración abandonan el entorno humano para convertirse en silvestres. De ahí que existan pocos reportes sobre la especie, a pesar de no encontrarse “oficialmente” en peligro. Debido a la disminución de su hábitat natural y la presencia misma de gatos domésticos con los que esta especie puede entrecruzarse, en algún momento puede desaparecer.
Osos
Otro grupo importante de grandes carnívoros es el de los osos. En México alguna vez habitaron las dos especies de grandes Ursidos Americanos: el Grisli (Ursus arctos) y el Oso Negro (Ursus americanus). El primero aparece en la NOM-059 con el estatus de extirpado del medio natural. En México no se conoce la presencia de esta especie desde los años sesenta del siglo XX. La principal razón de su desaparición fue la cacería indiscriminada, aunada a su bajo potencial reproductivo. Por ser un carnívoro cazador se le atribuyó la destrucción de ganado en el norte de México.
La especie que se mantiene en México es el Oso Negro. También es carnívoro y se sabe que puede cazar y depredar ganado. La mayoría de sus hábitos alimenticios incluyen bayas, frutos y varios vegetales, por lo que es percibido como una amenaza menor para la población humana. En la norma oficial mexicana esta especie figura como en peligro y en la modificación que se hizo en el 2008, se reconoce a la población que habita en la Sierra del Burro, en Coahuila, como de protección especial
Cánidos
La familia de los cánidos es la tercera de los grandes depredadores. Cervantes et al.  reconocen cuatro especies de esta familia: el coyote (Canis latrans) y la zorra gris (Urocyon cineroargentatus) no están considerados en peligro por la NOM-059-2001. Son especies muy adaptables y esquivas, con altos potenciales reproductivos y omnívoros, por lo que pueden comer prácticamente lo que sea. Dos especies más de la familia cánide sí aparecen en la Norma: la zorra del desierto (Vulpes velox), de la cual se reportan 6 subespecies, todas bajo el criterio de amenazadas. Su distribución reducida, tamaño pequeño y hábitat específico, hacen que esta especie esté en peligro de extinción. El lobo mexicano es el último de los grandes carnívoros que está considerado por la NOM-059 como extirpado del medio natural.
El lobo mexicano tiene una historia de recuperación que demuestra que el trabajo decidido y en conjunto da resultados importantes. El lobo, como ninguna otra especie de mamífero, fue perseguido, cazado, envenenado y exterminado en México, principalmente por la depredación que causó está muy adaptable especie sobre el ganado ovino, vacuno y caballar, además de ser la causante, como se le atribuyó, de la diseminación de la rabia entre los perros domésticos (González et al. 2004). Los esfuerzos por su recuperación se vuelven todavía más importantes ante el cambio de actitud para reconocer que su desaparición, como la de cualquier otra especie, es una pérdida irremediable, mientras que los programas para recuperar ésta se hacen necesarios.
El ejemplo del lobo mexicano puede ser seguido para otras especies como el oso y el jaguar, que si bien sus poblaciones no se han reducido tanto como las del lobo, sí han visto mermadas las áreas en las que antes era común observarlos.

Conclusiones
Como podemos ver nosotros somos los únicos culpables de que desaparezcan estos animales gracias a la sobreexplotación que produce daños en el ambiente, como por ejemplo, la tala de árboles que produjo la desaparición de bosques, con la consecuente disminución de la biodiversidad, de la fertilidad de los suelos, y el aumento de la contaminación atmosférica, las lluvias e inundaciones.
Si bien la civilización ha creado el problema, es también la más indicada para ponerle fin, por desgracia las actividades humanas no son compatibles con la vida salvaje y son las que más amenazan a la flora y a la fauna, los entornos se fragmentan y con ellos caen y se degradan los ecosistemas. Su intervención será necesaria para evitar que pasen a formar parte de una vitrina en los museos.

¿Por qué has elegido este tema?
Me pareció un tema interesante ya que a pesar de todo lo que se ve en noticias y en este caso el artículo, nosotros los seres humanos hacemos caso omiso a las advertencias sobre el cuidado de nuestro ecosistema, y por lo tanto lo estamos poniendo en peligro.

¿De dónde partiste para empezar a escribir?
Primero ley el artículo que me llamo la atención y conforme iba avanzando fui checando otras páginas que iban complementando o reafirmando lo que ya había leído e hice mi resumen.
Lamentablemente somos unos seres muy mal agradecidos ya que no sabemos apreciar lo que tenemos y por consiguiente lo destruimos y nos damos cuenta de que  está desapareciendo cuando leemos artículos como en este caso por necesidad de hacer mi actividad.




http://www.revista.unam.mx/vol.12/num1/art03/art03.pdf
http://www.mexicodesconocido.com





jueves, 28 de mayo de 2015

Horario de Actividades

HORARIO DE ACTIVIDADES


DE LUNES A VIERNES

5:30 a 6:30     Alisto para salir de mi casa preparo los desayunos y comidas de mi familia
6:30 a 7:00      Traslado a la escuela de mi hija y trabajo de mi esposo
7:30 a 8:00       Traslado a mi trabajo
8:00 a 16:00     Trabajo (Estudio en mis tiempos muertos, desayuno 8:30 y comida 15:00)
16:00 a 17:00   Traslado a mi casa
17:00 a 20:00    Actividades de mi hogar hacer la comida para el otro día
20:00 a 21:00    Salir a caminar y merendar
21:00 a 21:30     Bañarme
21:00 a 23:00    Estudio


SÁBADO

8:00                     Levanto
8:00 a 11:00       Actividades laborales dentro de mi casa
10:00                      Almuerzo
11:00 a 14:00     Traslado con mi hija a sus actividades
14:00 a 16:00     Regreso a mi casa y comida
19:00 a 21:00      Estudio


DOMINGO

Descanso y recreación Familiar



LISTA DE ACTIVIDADES

Desayuno, comida, cena
Trabajo
Actividades en mi hogar
Estudio
Recreación


LISTA DE DISTRACTORES

Televisión
Redes Sociales
Falta de Concentración